L'infern tremola amb la seguretat de l'orgasme de la carn.
Monstres de rostre serè, esperen, amb torxes enceses la senyal i el silenci glaça la sang dels condemnats a mort.
Xiula una tonada la por des del ventre de les roques que faran de tomba dels innocents.
Ploren els enderrocs que un dia foren solemnes torres de marbre i or: ha mort la darrera esperança.
El baf de la cafetera es retorça amb força:
- Negre és el pensament que et travessa la ment.
Del vientre de las rocas puede que nazca la esperanza, sí. También puede que fecunden orquídeas las ruinas de las torres absurdas y otras vanidades. Los paisajes que describes, tan huraños y pesimistas, sacuden a la indiferencia.
ResponEliminaSr. de Pontocorvo, su forma de expresarse al escribir me resulta tremendamente familiar...
EliminaSerá porque mis comentarios son previsibles y ahondan poco. La originalidad anda cara y sospecho que no está a mi alcance.
EliminaNada que ver tiene la originalidad cuando a uno se le reconoce por el alma.
EliminaEl alma, como “En el caudaloso río”, de Góngora, pide: “Dejadme triste a solas / dar viento al viento y olas a las olas”.
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